¿Clortalidona o Hidroclorotiazida?

Los diuréticos tipo tiazida han sido una piedra angular en el manejo farmacológico de la presión arterial, en especial aquellos casos de difícil control mediante la inhibición de la reabsorción de sodio y cloro en el túbulo contorneado distal de la nefrona; además pueden aumentar la excreción activa de potasio. Sin embargo, no todos los medicamentos catalogados en esta clase tienen el mismo perfil farmacológico.

La hidroclorotiazida es el más ampliamente usado, con una biodisponibilidad de 60 a 80%, sin embargo su absorción puede disminuir en insuficiencia cardiaca y/o en enfermedad renal crónica. Por otro lado, la clortalidona tiene una vida media considerablemente mayor, aproximadamente 40-60 horas, y un mayor volumen de distribución. Clortalidona en 25 mg tiene una magnitud de acción similar a 50 mg de hidroclorotiazida, con una efectividad mayor como tratamiento en hipertensión nocturna.

Respecto a la mejoría de los desenlaces cardiovasculares, no hay estudios clínicos que demuestran que la hidroclorotiazida mejore los desenlaces cardiovasculares a las dosis comúnmente utilizadas en práctica clínica (12.5 a 25 mg al día). La clortalidona es el único agente utilizado en tres estudios clínicos pivote para la evaluación de antihipertensivos (SHEP, ALLHAT y el SPRINT) donde se mostró eficacia antihipertensiva, así como su impacto en la disminución de eventos cardiovasculares, entre ellos una disminución del 36% de EVC, 27% de IAM, y 54% de insuficiencia cardiaca. Finalmente, a diferencia de otras tiazidas, la clortalidona persiste siendo afectiva con tasas de filtrado <30 ml/min/m2. Demostró que en pacientes renales crónicos KDIGO IV e hipertensión descontrolada, mejora significativamente el control a las 12 semanas.

En 2024, Ishani et al. realizaron un análisis secundario del proyecto de comparación de diuréticos (estudio clínico aleatorizado con 13,523 pacientes) que sugiere que el uso de clortalidona podría estar asociado a una mayor reducción de eventos cardiovasculares mayores y en muerte no ligada a cáncer en aquellos pacientes con antecedente de infarto agudo de miocardio o de eventos vasculares cerebrales en comparación con la hidroclorotiazida.

Bibliografía:

Deepak L. Bhatt. Opie´s cardiovascular drugs. Elsevier, 9° edition, 2021.

KDIGO 2021 Clinical Practice Guideline for the Management of Blood Pressure in Chronic Kidney Disease. Kidney Int. 2021.