Aunque la incidencia de la enfermedad aterosclerótica cardiovascular va en descenso, ésta continúa siendo la principal causa de muerte a nivel mundial. Es por esto que muchos investigadores han dedicado sus vidas y una gran cantidad de recursos a investigar cómo detener no sólo la progresión, sino la aparición clínica de la enfermedad aterosclerótica cardiovascular. Uno de los estudios más importantes en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular ateroesclerótica es el estudio “Justification for the Use of Statins in Prevention: an Intervention Trial Evaluating Rosuvastatin” llamado estudio JUPITER.
El Dr. Paul M. Ridker y colaboradores del hospital Brigham and Women’s en Boston, publicaron en el The New England Journal of Medicine en 2008 el artículo “Rosuvastatin to Prevent Vascular Events in Men and Women with Elevated C-Reactive Protein”, en donde exponen los resultados del estudio JUPITER. Éste ha sido uno de los más grandes hechos en el campo de la prevención primaria y en su momento muy innovador debido a que el rol de las estatinas para pacientes con marcadores de inflamación elevados, lo cual se ha asociado a enfermedad ateroesclerótica subclínica, no había sido estudiado a fondo hasta el ensayo JUPITER.
Este ensayo clínico aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo, incluyó a 17,802 personas aparentemente sanas, hombres de más de 50 y mujeres de más de 60 años sin antecedente de enfermedad ateroesclerótica, que tuvieran una cifra de colesterol LDL menor a 130 mg/dL y un nivel de Proteína C-Reactiva de más de 2.0 mg/L. Los pacientes fueron aleatorizados a recibir 20 mg de rosuvastatina cada 24 horas o placebo. Como desenlace primario, los autores evaluaron la incidencia de un desenlace compuesto por infarto al miocardio no fatal, infarto cerebral no fatal, hospitalización por angina inestable, un procedimiento de revascularización arterial o muerte por causas.
El ensayo se detuvo después de un seguimiento medio de 1.9 años debido a la clara reducción de eventos cardiovasculares en el grupo tratado con rosuvastatina. Este grupo mostró una reducción del 50% en los niveles de colesterol LDL y una reducción del 37% en los niveles de proteína C-reactiva. La tasa de eventos cardiovasculares primarios fue significativamente menor en el grupo de rosuvastatina comparado con el placebo (0.77 vs. 1.36 por 100 personas-año; hazard ratio, 0.56; P<0.00001). Además, hubo reducciones significativas en infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares y revascularización. La mortalidad por cualquier causa también fue menor en el grupo de rosuvastatina (hazard ratio, 0.80; P=0.02).
La incidencia de eventos adversos no fue estadísticamente diferente en ambos grupos, resaltando la buena seguridad y tolerabilidad de la dosis de rosuvastatina empleada.
Los resultados del ensayo son contundentes: una reducción del 44% en infartos de miocardio, del 48% en accidentes cerebrovasculares y del 20% en la mortalidad total. Estos datos sugieren que, incluso en ausencia de hipercolesterolemia, el tratamiento con rosuvastatina puede ofrecer una protección importante en contra de la aterosclerosis. Además, el estudio no encontró un aumento significativo en efectos adversos graves, consolidando la seguridad y eficacia de esta estrategia preventiva.
Cuando fue publicado el estudio JUPITER, no se sabía a que se le podía adjudicar la disminución de los eventos cardiovasculares: ¿Fue la reducción en el LDL o en la proteína C-reactiva? En la actualidad sabemos que existe una relación causal entre los niveles de LDL y el desarrollo de eventos cardiovasculares adversos y que si bien la inflamación tiene un papel importante en el desarrollo de la aterosclerosis, modularla como blanco terapéutico para disminuir los eventos cardiovasculares no ha tenido resultados clínicos tan importantes como reducir el LDL. Hoy en día las guías de práctica clínica europeas sobre Prevención de Enfermedad Cardiovascular publicadas en el 2021 no sugieren evaluar este biomarcador inflamatorio de manera rutinaria en todos los pacientes, sin embargo, tenemos claro que una terapia con estatinas tendrá impacto en desenlaces clínicos tan duros como mortalidad, incluso en pacientes los de riesgo intermedio y bajo.
Referencias
Ridker, Paul M, et al. “Rosuvastatin to prevent vascular events in men and women with elevated C-reactive protein.” New England Journal of Medicine, vol. 359, no. 21, 20 Nov. 2008, pp. 2195–2207, https://doi.org/10.1056/nejmoa0807646.